Amanece un nuevo día en Egipto pero 950 kms nos separan de nuestro punto de partida.
Hemos llegado a Asuán, la guardiana del sur de Egipto.
Durante las 14 horas de recorrido hemos seguido el curso del Nilo en dirección opuesta a la de su cauce hasta llegar a Asuán, situada en la frontera sur de Egipto. Estaba ubicación la convertía en una de las ciudades privilegiadas del Antiguo Egipto, ya que su situación era estratégica en las antiguas rutas comerciales.
Llegamos a la estación de tren de Asuán a las 10 y 25 de la mañana.
La mayoría hemos dormido muy bien en nuestros vagones, los colchones eran cómodos y teníamos mantas. Los que no han dormido tanto ha sido por el ruido del tren sobre las vías y el traqueteo, pero en general ha sido un trayecto muy cómodo desde El Cairo.
Sobre las 8 de la mañana nos sirvieron un desayuno que incluía algo de fruta, bollería, pan, mermelada y mantequilla y un zumo.
Allí están esperándonos las personas que nos llevarán al crucero, que comienza hoy.
Tras salir de la estación de tren, hacemos una pequeña parada para comprar agua y algún snack y nos dirigimos al que será nuestro crucero para los próximos días.
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Nosotros contratamos el crucero con Civitatis. Después de consultar varias webs y precios, nos pareció la mejor opción y la que, en caso de que ocurriese cualquier cosa, podría ayudarnos a solventarlo.
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Cuando embarcamos nos dicen que las habitaciones aún no están listas, pero la comida de hoy está incluida así que aunque es pronto, aprovechamos para comer antes de empezar a visitar Asuán.
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RESTAURANTES RECOMENDADOS EN ASUÁN.
- King Jamaica Restaurant and Café: Comida fusión del pueblo rubio y jamaicano. Tiene muy buenos tajines y comida vegetariana y vegana. Sólo se puede pagar en efectivo.
- Nubian Dreams Restaurant and Café: En su carta encontraremos pescado, ensaladas o tajine de pollo.
- Ibiza free beach and Restaurant and Café.
- Kato Dool Nubian House: Muy colorido y con comida típica egipcia.
- Solaih Nubian Restaurant: Con vistas al templo de Filae. Tienen carnes, pescados, arroces y pastas y comida típica.
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Tengo que decir que Asuán está infravalorada. Cuando nosotros planeábamos nuestro viaje a Egipto, no imaginábamos que Asuán tendría tantas cosas para visitar. De haberlo sabido habríamos dedicado un día más a recorrerla.
La realidad es que Asuán contiene tal número de maravillas que un día es totalmente insuficiente para disfrutarlas tal y como se merece.
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Nada más bajar del crucero, acordamos el precio para visitar tanto la Isla Elefantina como Gharb Soheil. El trayecto para 7 personas nos cuesta 50€ en total.
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LA ISLA ELEFANTINA
Cruzar a la Isla Elefantina no supone más de 15 minutos en la barquita.
Una vez allí, lo primero que encontraremos será el Museo Elefantino. Aunque nosotros lo visitamos, cruzamos con la intención de recorrer los Templo de Satet y de Jnum; una diosa egipcia guerrera asociada a la fertilidad de las crecidas del Nilo.
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Satet y Jnum eran consortes de la tríada elefantina.
El templo de Satet es el que se encuentra en mejor estado (el de la foto que aparece sobre estas líneas). Aquí las mujeres del antiguo Egipto que vivían en la isla se acercaban para rezar a la diosa por su fertilidad y para agradecer por los niños que estaban en camino.
Del templo de Jnum sólo quedan ruinas.
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MAUSOLEO AGA KAHN
Aunque no paramos a visitarlo, si que podemos ver a lo lejos el Mausoleo de Aga Khan.
Como su nombre dice, es la tumba del sultán Muhammad Shah, fallecido en 1957. El mausoleo está inspirado en el diseño de las tumbas fatimíes egipcias de piedra caliza rosa.
El interior del mausoleo es de mármol macizo con colores brillantes y una alfombra roja que aún conservan. En los exteriores hay un parque y un jardín de canto.
Nosotros por falta de tiempo, nos conformamos con verlo desde lejos; pero impresiona verlo imponente sobre su colina y con el sol dándole un color precioso. Eso sí, si bajáis tened en cuenta que en 1997 su esposa cerró el mausoleo al público para que su difunto esposo pudiera descansar en paz y nadie lo molestara.
GHARB SOHEIL
Una de las mejores propuestas que ofrece Asuán es descubrir quiénes eran y cómo son los nubios.
Nubia no existe en ningún mapa, ni en Egipto ni en Sudán; pero históricamente el territorio que se extiende entre la primera catarata del Nilo (en Aswan) y la sexta (en Jartum, Sudán) es territorio nubio.
Actualmente el pueblo nubio está repartido en diferentes poblaciones que luchan por mantener su cultura viva.
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Los principales poblados rubios se encuentran en la Isla Elefantina, y en Gharb Soheil; aunque otra gran parte de ellos se desplazó a la ciudad de Kom Ombo.
Los nubios son fáciles de distinguir físicamente por su estatura (más alta que el resto de egipcios) y su piel (más oscura); aunque, sorprendentemente, muchos tienen los ojos claros.
También tienen su propia lengua, emparentada con la de Sudán.
En la visita al poblado podremos ver cómo la arquitectura de sus casas es bastante más humilde que la de El Cairo; por ejemplo, las casas están hechas con adobe.
Sin embargo, aquí están mucho más ornamentadas con cerámicas y colores llamativos.
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El color no es algo característico únicamente en las casas, sus vestimentas (especialmente las de las mujeres) es de colores llamativos y bordados; además de collares, pendientes y tatuajes de henna.
PLANES EXTRA QUE HACER EN ASUÁN
- Visitar el obelisco inacabado: Este obelisco es una mole construida en granito de 40 metros de largo y de más de 1.000 toneladas.
Su función en caso de que se hubiese terminado hubiese sido la de custodiar las entradas de un templo. Fue abandonado hace miles de años en las canteras del norte de la ciudad de Asuán. - El monasterio de San Simeón: Se encuentra situado en lo alto de una colina, frente a la Isla Elefantina. Es un monasterio copto del siglo VI en muy buen estado de conservación y se puede llegar a pie desde la orilla. Está construido en ladrillo y piedra.
Era el lugar al que llegaban peregrinos musulmanes procedentes del antiguo Magreb y que pasaban por Egipto de camino en su peregrinación a La Meca. - Visitar la Estela del Hambre: La inscripción se encuentra en un afloramiento rocoso en el extremo sur de la isla, inscrita en un gran bloque de granito natural. La estela relata el periodo de siete años de sequía y hambre que tuvieron lugar durante el reinado de este faraón de la tercera dinastía. Aquí podéis leer más sobre ella.
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Nada más bajar de nuestra barca, entramos en algunas tiendas (incluso en un centro comercial) para comprar algo de agua.
Nos damos prisa para volver al crucero, no porque las calles de Asuán por la noche intimiden o sean peligrosas; pero no conviene trasnochar. Es la primera regla que hay que aprender al embarcarse en un crucero por el Nilo; porque, amigos, los días comienzan agotadoramente pronto.
Mañana nos espera uno de los platos fuertes: Abu Simbel, el templo de Philae y Kom Ombo.
Nos vemos en la próxima entrada.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEERME!
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